El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se caracteriza por la falta de concentración y los olvidos. Las personas con TDAH son inquietas y muy activas, pero al mismo tiempo tienen dificultades para concentrarse en una cosa, se distraen fácilmente y son impulsivas.
El TDAH suele manifestarse más claramente en la escuela, ya que los niños con TDAH son muy disruptivos en las clases. El TDAH suele mejorar con la edad, pero los adultos también pueden padecerlo. Sin embargo, en la mayoría de los casos el trastorno ya no es tan perceptible, pues han aprendido a manejarlo.
La causa del TDAH no se conoce en detalle. Sin embargo, está claro que el TDAH está causado por problemas en la transmisión de señales entre las células nerviosas. Para la transmisión de señales se necesitan los llamados neurotransmisores. En el TDAH, el metabolismo de los neurotransmisores dopamina y serotonina parece estar alterado.
En el tratamiento del TDAH se utilizan medicamentos que prolongan la duración de la acción de los neurotransmisores dopamina y neuroadrenalina, como el principio activo metilfenidato o las anfetaminas.
Aunque los micronutrientes no se utilizan de forma estándar en el tratamiento del TDAH, están mostrando resultados prometedores. Dan esperanzas de un tratamiento natural del TDAH.
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Ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son ácidos grasos esenciales que necesitamos consumir en nuestra dieta. De especial importancia para los humanos son los ácidos grasos 3-omega-3: ácido alfa-linolénico (ALA), ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA).
El ALA sólo se encuentra en alimentos de origen vegetal, como las semillas de lino y las nueces. El EPA y el DHA sólo se encuentran en las algas, el pescado y el marisco. Los ácidos grasos omega-3 marinos EPA y DHA son muy importantes para la función cerebral y nerviosa. El cuerpo puede convertir el ALA vegetal en los ácidos grasos DHA y EPA, pero la tasa de conversión es muy pobre (normalmente menos del 10%). Por tanto, es importante que no sólo consumamos cantidades suficientes de ALA vegetal, sino también omega-3 en forma de EPA y DHA.
Puesto que el DHA y el EPA desempeñan un papel tan importante en el cerebro, no es sorprendente que estos ácidos grasos sean importantes para la capacidad de concentración y aprendizaje. Las personas con TDAH no suelen estar bien provistas de omega-3. Los estudios demuestran que el omega-3 puede mejorar los síntomas del TDAH. En este caso, el Cantidad de EPA es crucial. El efecto antiinflamatorio de los omega-3 probablemente también desempeña un papel aquí. Esto se debe a que la inflamación del cerebro parece estar implicada en el desarrollo del TDAH.
Magnesio
El magnesio es importante para el funcionamiento de las células nerviosas. Por ejemplo, favorece la función del neurotransmisor serotonina.
Una carencia de magnesio parece favorecer el desarrollo del TDAH. La carencia de magnesio está muy extendida entre la población, pero las personas con TDAH se ven afectadas con mayor frecuencia.
Desgraciadamente, la administración de magnesio para el TDAH aún no ha mostrado resultados claros. Sin embargo, algunos estudios muestran datos positivos. La dosis y la duración también parecen ser importantes en este caso. El magnesio sólo muestra su efecto al cabo de varias semanas o meses.
Zinc
El zinc tiene varias funciones importantes en el cerebro. En primer lugar, interviene en la regulación del neurotransmisor dopamina. Además, el zinc contrarresta el estrés oxidativo, que parece favorecer el desarrollo del TDAH. Las células nerviosas son muy sensibles al estrés oxidativo, por lo que se dañan fácilmente.
Los niños con TDAH tienen niveles de zinc más bajos que los niños sanos. También parece haber una conexión entre el nivel de zinc y la gravedad de los síntomas.
La suplementación con zinc puede tener un efecto positivo sobre el TDAH. Esto es especialmente prometedor cuando los niveles de zinc son bajos.
Vitamina B6
La vitamina B6 también es muy importante para las células nerviosas. Por ejemplo, es importante para la función de los neurotransmisores dopamina y serotonina. La vitamina B6 también contribuye al metabolismo energético de las células nerviosas.
Una carencia de vitamina B6 se manifiesta en una mala memoria a corto plazo (que también se manifiesta en una falta de recuerdo de los sueños) y también favorece el TDAH. Los adultos con TDAH suelen padecer carencia de vitamina B6, y la magnitud de la carencia también es decisiva: cuanto mayor es la carencia de vitamina B6, más pronunciados son los síntomas del TDAH.
Los primeros estudios muestran que la administración de vitamina B6 puede aliviar los síntomas del TDAH. Sin embargo, se necesitan más estudios para demostrarlo de forma concluyente.
Conclusión: los micronutrientes pueden contribuir al tratamiento del TDAH
Las personas con TDAH suelen padecer carencias de nutrientes. Como muchas vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales son importantes para el funcionamiento del cerebro y los nervios, ciertas deficiencias del TDAH desempeñan un papel. En concreto, el aporte de ácidos grasos omega-3, magnesio, zinc y vitamina B6 influye en el riesgo de TDAH. Por el contrario, la administración de estos nutrientes muestra resultados prometedores, sobre todo si existe una carencia.