Puede que hayas oído este misterioso término en los anuncios y te hayas preguntado de qué va. Por qué esta supuesta sustancia milagrosa -la coenzima Q10- también debería ser relevante para ti. En este artículo, levantamos el velo y explicamos qué es realmente la Q10, cómo ayuda a tu salud y por qué tu cuerpo dejaría sencillamente de funcionar sin este compuesto.
¿Qué es exactamente la Q10?
Una sustancia, muchos nombres: La Q10 también se conoce como ubiquinona (del latín ubique = en todas partes), coenzima Q10, UQ o ubiquinona-10. Así que no te confundas si lees varios nombres para una misma sustancia en este artículo.
Pero independientemente de cómo la llames, siempre se trata de una molécula liposoluble estructuralmente similar a vitamina K o la vitamina E. Nuestro cuerpo produce Q10 a partir de los aminoácidos fenilalanina y tirosina y la almacena en las mitocondrias de las células, sobre todo las del corazón, los pulmones y el hígado. Sin embargo, el requisito previo es que el organismo disponga de cantidades suficientes de vitaminas del grupo B y vitamina E está disponible.
Allí es necesaria para la producción de energía. Otra ventaja de la ubiquinona-10 es que actúa como un antioxidante en el organismo. Por tanto, los compuestos de oxígeno perjudiciales -conocidos como radicales libres- tienen menos posibilidades de causar daños celulares. Sin embargo, el organismo produce cada vez menos Q10 a medida que avanza la edad, por lo que su suplementación tiene mucho sentido.
Incluso hay estudios que sugieren una relación entre niveles bajos de Q10 y enfermedades como la diabetes, el cáncer o los trastornos cerebrales.
En nuestra dieta, la Q10 se encuentra principalmente en los alimentos de origen animal. El pescado, los huevos, la carne y las aves de corral contienen grandes cantidades de este compuesto, mientras que los alimentos de origen vegetal -con algunas excepciones- suelen tener un contenido menor de coenzima Q10.
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Posibles beneficios de la Q10 para la salud
Independientemente de todas las afirmaciones, anuncios y mitos que se pueden encontrar en Internet sobre la Q10, también hay muchos resultados que son científicamente sostenibles. He aquí algunos de ellos:
Puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer
Quizá sepas que el estrés oxidativo es veneno para tu cuerpo a largo plazo. Deteriora la función de las células, las daña y, en el peor de los casos, allana el camino a enfermedades más graves, como el cáncer.
Aquí es donde podría entrar en juego el efecto de la ubiquinona: Protege contra el estrés oxidativo y favorece la producción de energía celular. Un estudio de 1997 observó que unos niveles más bajos de Q10 parecen estar asociados a un riesgo de cáncer un 53,3% mayor.
La ubiquinona-10 podría reducir tus dolores de cabeza
Todos los que las padecen las temen: ¡las migrañas! Se desencadenan por muchos factores. Uno de ellos podría ser un error en el funcionamiento de las mitocondrias, por ejemplo, que provoca un aumento de la captación de calcio por las células y una mayor producción de radicales libres, con una reducción simultánea de la producción de antioxidantes.
Según un estudio controlado con placebo de la Universidad de Zúrich, la Q10 en su forma líquida podría ser una opción preventiva para las migrañas.
Otro estudio publicado en la Revista de Cefalea y Dolor demostró la eficacia de una combinación triple de coenzima Q10, vitamina B2 y dosis altas de magnesio.
La coenzima Q10 podría proteger contra la insuficiencia cardiaca
La insuficiencia o insuficiencia cardiaca puede ser consecuencia de la hipertensión arterial y otras enfermedades del sistema cardiovascular, que pueden provocar inflamación y daños en las arterias y venas.
Un estudio de 2014 con 420 participantes sugiere que los síntomas de la insuficiencia cardiaca pueden reducirse tras dos años de tratamiento con Q10.
La ubiquinona-10 podría ayudar con la diabetes
La coenzima Q10 podría ser una luz en el horizonte para algunos diabéticos: Se cree que mejora la sensibilidad a la insulina y regula los niveles de azúcar en sangre.
Un estudio aleatorizado a doble ciego en el que participaron personas con diabetes de tipo 2 durante 12 semanas demostró que tomar coenzima Q10 se asociaba a un menor nivel de glucosa en sangre en ayunas y a una reducción del nivel medio de glucosa en sangre durante este periodo.
La ubiquinona puede ser buena para el cerebro y los pulmones
Sin duda, los pulmones son los órganos que más contacto diario tienen con el oxígeno. Esto los hace naturalmente muy susceptibles al daño oxidativo de todo tipo.
Se sospecha que un nivel bajo de Q10 provoca enfermedades como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en combinación con el daño oxidativo.
Nuestro cerebro también es muy susceptible al daño oxidativo debido a su alto contenido en ácidos grasos y a su elevada demanda de oxígeno. Esto puede perjudicar la memoria, la cognición y las funciones físicas.
Es posible que las propiedades de la coenzima Q10 puedan reducir estos compuestos nocivos y contribuir así a ralentizar la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo.
La Q10 podría ayudar a mantener joven la piel
¿Tienen razón los anuncios? ¿Podría la Q10 mantener realmente joven la piel?
Al ser el órgano más grande del cuerpo y una barrera frente al mundo exterior, nuestra piel está constantemente expuesta a influencias nocivas. Y éstas contribuyen naturalmente al envejecimiento.
Además de los factores internos, como el daño celular, también hay factores externos, sobre todo la radiación UV.
Un estudio de 2015 sugiere que aplicar Q10 directamente sobre la piel podría reducir los daños que se producen y aumentar la producción de energía en las células cutáneas, y por tanto la protección antioxidante.
Efectos secundarios e interacciones de la Q10
En general, los complementos alimenticios que contienen coenzima Q10 se toleran bien. Si se producen efectos secundarios, suelen ser leves. Mareos, dolores de cabeza, problemas digestivos o sensibilidad a la luz son sólo algunos ejemplos.
En cuanto a las interacciones con otros medicamentos, la influencia de la Q10 sobre las estatinas que reducen el colesterol -y viceversa- es de capital importancia.
Las estatinas son fármacos que reducen el colesterol en el suero sanguíneo inhibiendo una enzima específica.
Los estudios han descubierto disminuciones significativas de hasta el 50% de Q10 durante y después del tratamiento con estatinas.
Sin embargo, los resultados de otro estudio demostraron que el tratamiento con Q10 no reducía el dolor muscular en personas que también tomaban estatinas para controlar sus niveles de colesterol.
Posología: ¿Cuánta Q10 debes tomar?
A diferencia de otras sustancias, nuestro organismo no es capaz de almacenar bien la coenzima Q10. Ésta es una de las razones por las que se recomienda una ingesta a largo plazo.
La dosis diaria típica para alguien que desea aumentar sus niveles de coenzima Q10 es de 100 a 200 mg.
Para asegurarte de que estás adquiriendo un producto que no sólo está libre de residuos tóxicos de extracción, agentes gelificantes como la carragenina y nanopartículas, sino también de edulcorantes como el aspartamo, la dextrosa o los sustitutos del azúcar, debes consultar a Cápsulas de coenzima Q10 deben ser de la máxima calidad. También puedes estar seguro de que el contenido de ubiquinona es correspondientemente alto.
Conclusión: Q10 - nada misteriosa, pero importante para el organismo
La coenzima Q10 es una sustancia sin la cual nada funcionaría en el organismo. Se utiliza en todas las células del organismo para generar energía. Una carencia de esta sustancia puede provocar una serie de enfermedades graves.
Aunque puede obtenerse de muchos alimentos y es producida por el propio organismo, en determinadas circunstancias puede ser necesario tomar suplementos.
Sin embargo, debes ser consciente de las interacciones con diversos medicamentos.
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